lunes, 20 de enero de 2014

El Medio Cielo y el Bajo Cielo (II)


EL MEDIO CIELO

El Medio Cielo -o cúspide de la Casa X- es el punto preciso de tu carta astral, donde se encuentra tu cabeza, el punto más alto de tu cuerpo.

Astrológicamente, es el punto exacto donde el Sol está en su cenit; es decir, el punto donde el Sol estará a medio día, en ese día determinado.
Es, pues, el punto culminante de una carta astral.

Su posición en la carta astral de un individuo permite valorar y entender cómo este individuo obtendrá fácil o difícilmente una autonomía, expresará o manifestará su voluntad de independencia. Así, los planetas que se encuentran a veces situados en este sector nos dan informaciones importantes y revelan casi siempre las cualidades y defectos importantes de un ser. Podemos considerar el Medio Cielo como el símbolo del destino social de un ser, del mismo modo que el ascendente es una representación del yo y la apariencia. A partir de ahí, esta relación entre la expresión de la voluntad de independencia, por un lado, y el destino social, por otro, puede parecer, a simple vista, paradójica o antinómica. Ahora bien, de esta forma podemos ver cómo un ser, cumpliendo su destino social, adquiere una cierta independencia moral y material frente al contexto natural y familiar en el que ha crecido y evolucionado.

EL BAJO CIELO

Este medio natural y familiar se revela en el punto exactamente opuesto, en el zodiaco y la carta astral, al Medio Cielo. El Bajo Cielo es el angular o cúspide de la Casa IV.

Así como el Medio Cielo es el cenit del Sol, el Bajo Cielo es lógicamente su nadir, es decir, el lugar preciso donde se encontraba este astro a medianoche aquel día.

Cuando te mires al espejo de tu carta astral lo tendrás que entender como el punto del zodiaco donde se posan tus pies, allí donde se encuentran tus raíces, tus orígenes, la fuente, donde están inscritos el principio y el fin de tu vida social.

Por extensión, muchas veces se dice que el Bajo Cielo y el Medio Cielo -según el signo del zodiaco bajo el que se sitúan en la carta astral, obviamente- revelan el entorno familiar, el contexto social, las condiciones materiales y psicológicas en las cuales el ser en cuestión ha vivido su infancia y vivirá al final de su vida. Se trata de las bases de la existencia.

De ahí que el eje Medio Cielo-Bajo Cielo resulte tan importante en una carta astral como el eje ascendente-descendente.

Y, de la misma manera que podemos resumir esquemáticamente este último eje con la fórmula "yo y los demás", podemos definir el primer eje como "mi independencia y mi familia". Finalmente, se puede observar que estos dos ejes forman una cruz en el interior del zodiaco y la carta astral.



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