domingo, 19 de enero de 2014

El Medio Cielo y el Bajo Cielo


El Medio Cielo (Medium Coeli) representa la independencia del yo, el sitio privilegiado en la presencia social de un ser, y el bajo Cielo (Inmum Coeli), las bases de su existencia. Juntos forman un eje fundamental en la carta astral

Observar y consultar los planetas que aparecen en el zodiaco -tal como están en un mapa del cielo-. Es un poco como mirarse en un espejo.

En efecto, el zodiaco nos devuelve nuestra propia imagen o, más exactamente, nos muestra la imagen de nuestro doble.

No es, pues, a causa de ser nativos de tal o cual signo del zodiaco, ni por hallarse bajo tal otro ascendente, por lo que nuestro ser (revelado por la posición del Sol) y nuestro aspecto (revelado por la posición del ascendente) son como son.

En otras palabras, ni los planetas, ni las Casas, ni los demás elementos de nuestra carta astral ejercen alguna influencia sobre nosotros: son lo que nosotros somos, no a la inversa.

EL ZODIACO COMO UN ESPEJO

El zodiaco es un espejo. La carta astral es el espejo del individuo; se ha calculado sólo para él.

Así pues, observando cualidades o defectos inherentes a su comportamiento y a su carta astral veremos tal o cual configuración astral que las revelan.

Sabiendo esto, cuando un astrólogo da su interpretación de una carta, no se debe sentir, pues, que el reflejo del consultante (o la imagen de su doble) nos llega deformado. Si se tiene este sentimiento es que la interpretación realizada no es correcta o que el astrólogo interfiere al observar, haciendo intervenir sus propios juicios y valores.

En efecto, tenemos que mostrarnos tolerantes y solidarios cuando realizamos la interpretación de una carta astral. Y, a ser posible, dar una visión objetiva al hacer el análisis y al hacer la síntesis de los elementos inscritos en la carta, aunque sepamos que siempre serán subjetivos, ya que todos somos personas y no objetos.

En realidad, cuando observas tu carta astral te encuentras de pie, cara a cara, frente a un espejo.

Pero en vez de esperar que el espejo te devuelva tu reflejo exacto, se trata de reconocer a tu doble, que está representado por los signos y símbolos inscritos en la carta astral.

Tu cabeza está entonces representada por el Medio Cielo, tu mano derecha por el ascendente y tus pies por el Bajo Cielo.

Dicho de otra manera, en el espejo de tu carta astral tu ojo derecho no mira a tu ojo derecho, ni tampoco tu ojo izquierdo mira a tu ojo izquierdo, sino que es tu ojo derecho el que escruta al izquierdo de tu doble y tu ojo izquierdo que se enfrenta al ojo derecho de tu doble.

Esta precisión es de gran importancia si admitimos que el universo, tal como lo vemos, tal como está representado en el zodiaco, y con mayor motivo en nuestra carta astral, es un universo a la inversa, una especie de doble del mundo visible.




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