domingo, 2 de febrero de 2014

La Carta Astral


Actualmente, el carácter sagrado o divino de la astrología ha caído en desuso. Ya no se tiene el sentimiento de estar introduciéndose en una religión cuando se aprende astrología. Además, tampoco se le llama "iniciarse" en la astrología, sino "aprender". Es verdad que, históricamente, la religión se ha asociado demasiado con el poder, el dinero y la violencia; pues algunos, cíclicamente han visto en ella un medio para satisfacer sus ambiciones personales, en detrimento de las necesidades o aspiraciones de la comunidad. No obstante, la religión, en el sentido puro y verdadero del término, sean cuales sean los dioses venerados o las creencias y cultos adoptados, es un principio que une al individuo con los demás.

Así, abordar la astrología con la intención de unirse a uno mismo y a los demás revela un estado de espíritu en el que es bueno sentirse y permanecer. En todo caso es indispensable para estudiar, analizar e interpretar una carta astral.

Pero, ¿qué es una carta astral? Es un mapa del cielo establecido, no ya a partir de una hora, día, mes, año y lugar geográfico, sino a partir de la fecha, hora y lugar de nacimiento de un individuo. En otras palabras, la carta astral es un mapa del cielo personalizado. En efecto, también puede realizarse la carta astral de un acontecimiento, por ejemplo: la firma de un tratado, un contrato, la creación de una empresa, una boda... Pero se tratará, pues, de una consulta horaria, llamada así para distinguirla de la carta astral, que se refiere siempre a una persona y no a una cosa o acontecimiento. De este modo, la carta astral puede ser útil para levantar tanto un mapa del cielo como para realizar una consulta horaria.




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